domingo, 12 de febrero de 2023
Sistema educativo
El sistema educativo en Chile no es el más correcto, amigable ni funcional para nuestros niños y jóvenes, ya que, su estructura curricular es bastante ambiciosa y carente de estrategias adecuadas enfocadas en la diversidad de nuestros estudiantes, es decir, se sigue pensando y enseñando para un grupo específico, los cuales, en la actualidad es la minoría de la totalidad de un curso.
Por años se han realizado estudios e investigaciones sobre las distintas teorías del aprendizaje con personajes como vigotsky, Piaget, Skinner, Bandura, entre otros, con una pequeña esperanza de que pudiésemos considerar aquellos preceptos relevantes en la incidencia del aprendizaje de nuestros niños, pero muy por el contrario, seguimos observando y llevando a cabo prácticas pedagógicas obsoletas que por años tuvo efectos positivos, ya que, era imprescindible, recordar y reproducir conocimientos de manera memorística, inclusive, al momento de ejercer como profesional, técnico o especialista de alguna labor en particular; hoy en día se espera que podamos aplicar dichos conocimientos en el mundo laboral y que seamos capaces de poder trabajar en equipo con otros; lo cual resulta sumamente complejo para el estudiantado que durante toda su etapa escolar se le enseñó y pidió en innumerables pruebas escritas como orales que nombraran, mencionaran, describiera tal o cual acontecimiento o procedimiento, es decir, se les enseñó y desarrolló habilidades cognitivas inferiores.
El sistema educativo está pensado para un grupo específico de estudiantes que cada vez es menor, pues la forma de razonar, comprender la información de aquellos niños es distinta de los adultos actuales, por lo que, los aprendizajes no logran ser de calidad ni equidad para todos y lo que es aún más doloroso, no son funcionales para la vida; es decir, nuestros alumnos aprenden a leer, sumar, restar, multiplicar pero no logran comprender un contrato de trabajo, realizar cálculos presupuestarios o simplemente cruzar la calle correctamente; estamos tan centrados en que adquieran una cantidad de conocimiento que no es aplicable en la vida y que tampoco será recordado posteriormente, ya que al no verle la utilidad en su vida, simplemente lo desechan y olvidan.
Comprendiendo este panorama desolador, pensemos en aquellos estudiantes con alguna Necesidad Educativa Especial de carácter transitorio, quienes requieren de adecuaciones de acceso a la información, donde vemos que el o la docente, entrega información y existe escasa o nula interacción con los estudiantes, por lo que este grupo, se ve aún más desfavorecido del sistema, aumentando los niveles de frustración y de deserción escolar; más complejo aún en aquellos con Necesidades educativas permanentes, donde algunos requieren de adecuaciones significativas y vemos un sistema excluyente para ellos, ya que, pese a estar en la sala con sus pares, en la mayoría de los casos, se enfrentan a un escenario que se presenta sin modificación en la enseñanza.
Resulta urgente modificar la enseñanza y el aprendizaje de nuestros estudiantes, es importante que como docentes seamos gestores de nuestro currículum, el cual debe ser una guía para nuestras prácticas pedagógicas; del mismo modo, debemos adaptarlo a la diversidad de nuestros estudiantes y otorgarle un sentido ecológico y funcional para sus vidas, que los prepare para desenvolverse en contextos cotidianos de manera productiva.
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